En España es posible retrasar la edad de jubilación (lo que se conoce como jubilación demorada), y de hecho, el gobierno ofrece incentivos para ello. Retrasar la jubilación más allá de la edad legal establecida permite a los trabajadores seguir cotizando y, en consecuencia, aumentar el importe de su pensión.
La jubilación demorada es una modalidad de jubilación en la que el trabajador decide retrasar voluntariamente su retiro más allá de la edad legal de jubilación ordinaria, continuando con su actividad laboral. Esto permite seguir cotizando a la Seguridad Social y, como resultado, aumentar el importe de la pensión cuando finalmente se decida jubilar.
¿Cuál es el objetivo de la jubilación demorada?
El objetivo de la jubilación demorada es doble:
- Incentivar la prolongación de la vida laboral: El principal propósito es fomentar que los trabajadores continúen en activo más allá de la edad legal de jubilación. Esto ayuda a reducir la presión financiera sobre el sistema de pensiones públicas, ya que al retrasar la jubilación, el trabajador sigue cotizando a la Seguridad Social, contribuyendo a la sostenibilidad del sistema en un contexto de envejecimiento poblacional y aumento de la esperanza de vida.
- Recompensar a los trabajadores con una pensión mayor: Se ofrece una compensación económica en forma de bonificaciones o incrementos en la pensión futura por cada año adicional trabajado. Esto permite que las personas que deciden postergar su jubilación puedan beneficiarse de una pensión más alta cuando finalmente se retiren, lo que mejora su calidad de vida durante la jubilación.
Requisitos para acceder a la jubilación demorada
Para acceder a la jubilación demorada en España, el trabajador debe cumplir con ciertos requisitos que permiten aplazar la jubilación más allá de la edad ordinaria y beneficiarse de los incentivos económicos ofrecidos. Estos son los requisitos principales:
1. Haber alcanzado la edad legal de jubilación ordinaria:
En 2024, la edad legal de jubilación ordinaria es de:
- 65 años para quienes hayan cotizado 37 años y 9 meses o más.
- 66 años y 6 meses para quienes hayan cotizado menos de 37 años y 9 meses.
El trabajador debe haber cumplido la edad de jubilación que le corresponde según los años cotizados, pero decide seguir trabajando voluntariamente más allá de esa edad.
2. Continuar trabajando en una actividad laboral:
El trabajador debe seguir desarrollando una actividad laboral que cotice al sistema de la Seguridad Social, ya sea en régimen general, autónomos u otros regímenes que lo permitan.
No es necesario que el trabajo sea a jornada completa; se puede continuar en activo con jornadas reducidas o parciales.
3. No haber solicitado la pensión de jubilación:
Para beneficiarse de la jubilación demorada, el trabajador no debe haber solicitado previamente la pensión de jubilación. El retraso implica que la solicitud de la pensión se haga en un momento posterior, cuando decida finalmente jubilarse.
4. Cumplimiento de los requisitos generales de acceso a la pensión:
Para acceder a la jubilación demorada, el trabajador debe cumplir con los requisitos generales para recibir una pensión contributiva, es decir, haber cotizado un mínimo de 15 años, de los cuales al menos 2 años deben estar comprendidos en los 15 años anteriores al momento en que se solicita la jubilación.
5. Compatibilidad con otras modalidades:
La jubilación demorada es compatible con otras fórmulas de trabajo activo, como la jubilación parcial o la jubilación flexible. No obstante, las condiciones específicas para cada modalidad pueden variar, por lo que el trabajador debe elegir la opción que más le convenga.
Ventajas de cumplir estos requisitos:
Al cumplir con estos requisitos y optar por la jubilación demorada, el trabajador puede beneficiarse de los incentivos económicos:
- Bonificaciones en la pensión por cada año trabajado más allá de la edad legal.
- Opción de recibir una cantidad a tanto alzado por haber retrasado la jubilación.
En resumen, para acceder a la jubilación demorada en España, es necesario haber alcanzado la edad legal de jubilación, seguir trabajando y no haber solicitado previamente la pensión. Además, es esencial cumplir con los requisitos generales de cotización necesarios para tener derecho a una pensión contributiva.
Beneficios de acogerse a la jubilación demorada
La jubilación demorada ofrece varios beneficios económicos y ventajas para aquellos trabajadores que deciden retrasar voluntariamente su retiro más allá de la edad legal de jubilación. Estos beneficios están diseñados para incentivar la prolongación de la vida laboral y mejorar la pensión futura. Los principales beneficios son:
1. Bonificaciones en la pensión por cada año adicional trabajado:
Al retrasar la jubilación, se aplican incrementos porcentuales sobre la pensión final en función del tiempo trabajado después de alcanzar la edad legal de jubilación. Estos incrementos varían según los años cotizados:
- 2% adicional por cada año trabajado después de la edad legal, si el trabajador ha cotizado menos de 25 años.
- 2,75% adicional por cada año trabajado si el trabajador ha cotizado entre 25 y 37 años.
- 4% adicional por cada año trabajado si el trabajador ha cotizado más de 37 años.
Estos porcentajes se suman a la pensión que recibiría el trabajador si se hubiera jubilado a la edad ordinaria, lo que puede suponer un incremento significativo en la pensión final.
2. Posibilidad de optar por una cantidad a tanto alzado:
Además de las bonificaciones porcentuales, los trabajadores pueden optar por recibir una cantidad única o a tanto alzado como compensación por cada año de trabajo adicional. Esta cantidad varía según la base de cotización y los años cotizados:
Si la pensión máxima ya ha sido alcanzada, el trabajador puede elegir recibir este pago único, lo que permite beneficiarse económicamente de haber seguido trabajando sin que necesariamente se incremente la pensión mensual.
3. Incremento de la base reguladora:
Al seguir trabajando, el trabajador continúa cotizando a la Seguridad Social, lo que puede mejorar la base reguladora utilizada para calcular la pensión. Cuanto mayor sea la base reguladora, mayor será la pensión que recibirá el trabajador al jubilarse. Esto es especialmente relevante si en los últimos años de trabajo el salario ha sido superior al de los primeros años de carrera.
4. Mayor pensión futura:
La suma de los incentivos, tanto el incremento porcentual como la mejora en la base reguladora, puede resultar en una pensión más alta al momento de jubilarse. Esto es particularmente importante en contextos de jubilación prolongada, ya que permite contar con una mayor fuente de ingresos durante los años de retiro.
5. Compatibilidad con otros trabajos:
En algunos casos, el trabajador puede compatibilizar la jubilación parcial con el trabajo, lo que permite seguir recibiendo un porcentaje de la pensión mientras se mantiene una actividad laboral reducida. Esta opción ofrece flexibilidad y mantiene ingresos de ambas fuentes.
6. Menor impacto en el sistema de pensiones:
Aunque no es un beneficio directo para el trabajador, retrasar la jubilación contribuye a la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Al seguir cotizando y retrasar el cobro de la pensión, el sistema se alivia, especialmente en un contexto de envejecimiento poblacional.
Ejemplo práctico:
Si un trabajador con más de 37 años cotizados decide retrasar su jubilación dos años más allá de la edad legal, podría recibir un incremento del 4% anual, es decir, un 8% adicional sobre su pensión de jubilación final. Además, podría mejorar su base reguladora al seguir cotizando.
Estos beneficios están diseñados para recompensar a los trabajadores que deciden continuar en activo más allá de la edad de jubilación, con el objetivo de aumentar su pensión futura y contribuir a la sostenibilidad del sistema de pensiones.
¿Existen bonificaciones para las empresas por jubilación demorada?
Sí, existen bonificaciones para las empresas que mantienen a sus empleados en activo más allá de la edad legal de jubilación ordinaria, incentivando así la jubilación demorada. Estas bonificaciones están diseñadas para fomentar que tanto los trabajadores como las empresas prolonguen la vida laboral de los empleados, reduciendo los costes laborales en forma de cotizaciones a la Seguridad Social.
Principales bonificaciones para las empresas por la jubilación demorada:
1.Exoneración de las cotizaciones por contingencias comunes: Las empresas que mantengan a trabajadores que han cumplido la edad ordinaria de jubilación y que reúnan los requisitos para acceder a la pensión completa (con el mínimo de años cotizados) pueden beneficiarse de una exoneración de las cotizaciones empresariales por contingencias comunes, con excepción de las relacionadas con la incapacidad temporal. Esta medida reduce el coste laboral para las empresas al mantener a estos trabajadores en activo.
Esto significa que la empresa no tendrá que pagar las cotizaciones correspondientes a contingencias comunes (que financian las prestaciones de jubilación, incapacidad permanente, muerte y supervivencia), aunque el trabajador y la empresa seguirán cotizando para otros conceptos (desempleo, formación profesional, accidentes de trabajo, etc.).
2.Fomento de la prolongación de la vida laboral: Las bonificaciones para las empresas que opten por la jubilación demorada se alinean con los esfuerzos del gobierno para incentivar que los empleados continúen trabajando más allá de la edad ordinaria de jubilación, lo que ayuda a mantener el sistema de pensiones más sostenible y reduce la carga financiera sobre la Seguridad Social.
Condiciones para que la empresa acceda a las bonificaciones:
- El trabajador debe haber alcanzado la edad ordinaria de jubilación y cumplir los requisitos para acceder a la pensión completa.
- El empleado debe continuar trabajando, y el contrato laboral se debe mantener vigente.
Beneficios para las empresas:
- Reducción del coste de cotizaciones: Al eliminar o reducir la obligación de cotizar por las contingencias comunes, la empresa puede ahorrar en los costes laborales, lo que facilita mantener a empleados de mayor edad en la plantilla.
- Flexibilidad para el trabajador: Las empresas pueden beneficiarse de un trabajador con experiencia que, además, podría combinar la prolongación de su vida laboral con una jornada reducida, en caso de optar por la jubilación parcial o flexible.
Ejemplo práctico:
Una empresa que mantiene a un trabajador de 66 años, que ya ha cumplido los requisitos para jubilarse con el 100% de la pensión, dejará de pagar las cotizaciones por contingencias comunes, excepto las relacionadas con la incapacidad temporal. Esto abarata el coste de mantener a ese empleado en activo.
Estas bonificaciones para las empresas hacen más atractiva la decisión de mantener a trabajadores mayores en activo, contribuyendo tanto al bienestar económico del trabajador como a la estabilidad del sistema de pensiones.
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Prepararse adecuadamente para garantizar tu gestión económica puede minimizar el estrés y ayudar a evitar problemas. Siguiendo estos pasos, puedes asegurarte de que estás bien preparado. Si tienes dudas o necesitas ayuda adicional, no dudes en contactar a un asesor laboral profesional.
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